Aplicación de los conocimientos sobre salud humana para respaldar la salud y el rendimiento porcino
La pandemia de COVID-19 sirvió como un estudio de caso no planificado y en tiempo real sobre la importancia de la nutrición en la función inmunitaria y la resiliencia frente a enfermedades. A medida que los investigadores de la salud humana enfrentaron esta crisis sanitaria mundial sin precedentes, recopilaron una gran cantidad de datos proactivos y retrospectivos que destacaron los componentes nutricionales que ayudaron a las personas durante la infección y la recuperación.
Dadas las similitudes fisiológicas entre los cerdos y las personas, especialmente en sus sistemas digestivos y en tejidos relacionados con lel sistema inmunitario, como el timo y el tejido linfoide asociado al intestino, los nutricionistas porcinos pueden aprovechar estos conocimientos para ayudar a mejorar la salud y el rendimiento de los cerdos.
El alto costo elevado coste de las enfermedades en los cerdos y cómo la nutrición respalda la salud animal
Las enfermedades siguen siendo un desafío importante y persistente en la producción porcina. Las enfermedades respiratorias como la influenza cuestan a los productores aproximadamente $3.40 por cerdo (Holtkamp, 2014), mientras que se ha demostrado que el PRRS cuesta entre $220 y $265 por cerda al año (Rentken, 2022; Zhang, 2023). Estas pérdidas se acumulan rápidamente en hatos grandes debido al transporte frecuente, la mezcla de cerdos de diversas procedencias y la exposición a patógenos virales y bacterianos endémicos, que contribuyen al estrés inmunológico. Mantener a los cerdos comiendo de manera constante durante estos desafíos es fundamental.
Si bien la nutrición no es una solución por sí sola, proporciona una base que ayuda a los cerdos a alcanzar su máximo potencial de crecimiento y salud, incluso durante períodos de estrés. Por ejemplo, Sandberg (2020) informó que proporcionar oligoelementos de cobre bis-quelados durante un brote combinado de PRRS e influenza redujo significativamente la mortalidad y ayudó a mantener el rendimiento del crecimiento mejor que las fuentes convencionales de cobre inorgánico. El aumento de los niveles de cobre desde el destete hasta la finalización también mejoró la ganancia diaria promedio y la eficiencia alimenticia.
Oligoelementos y resiliencia inmunitaria: perspectivas entre especies
Las investigaciones realizadas durante la pandemia destacaron el papel fundamental de los oligoelementos, especialmente el zinc y el cobre, en el respaldo tanto a la inmunidad innata como adaptativa. Connor (2021) demostró las contribuciones del cobre a las respuestas inmunitarias innatas (por ejemplo, la actividad de macrófagos y neutrófilos) y adaptativas (por ejemplo, el desarrollo de células T). De manera similar, Toledano et al. (2023) exploraron el impacto del zinc en las respuestas del sistema inmunitario durante la enfermedad y después de la vacunación, mostrando que niveles adecuados de zinc contribuyeron a mejorar la resiliencia inmunitaria y la eficacia de las vacunas.
Estos hallazgos en la salud humana validan supuestos arraigados durante mucho tiempo en la nutrición porcina e impulsan un enfoque renovado en la suplementación con oligoelementos, especialmente durante desafíos sanitarios. De este modo, aprovechar los datos de nutrición clínica de la medicina humana permite a los productores porcinos y nutricionistas refinar las estrategias de alimentación que favorecen la función inmunitaria, el crecimiento y la productividad a largo plazo en los cerdos. Aunque la pandemia haya disminuido, nuestra industria debe continuar evaluando críticamente los resultados y datos del campo de la nutrición humana para avanzar en nuestros propios aprendizajes y estrategias.
El papel de la nutrición en el desarrollo inmunitario en los cerdos
El desarrollo inmunitario eficaz comienza antes del nacimiento, con la cerda desempeñando un papel fundamental en conferir protección inmunitaria temprana.
Esto significa que las estrategias nutricionales deben diseñarse tanto para la cerda como para sus lechones.
La formulación de la dieta requiere una gran atención al detalle para garantizar niveles adecuados de todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y el rendimiento. Por ejemplo, el desarrollo celular requiere energía y nutrientes esenciales. Las células inmunitarias como los macrófagos y los linfocitos T, que producen anticuerpos, necesitan cobre y zinc para su desarrollo y funcionamiento adecuados. Por lo tanto, los nutricionistas pueden elegir fuentes minerales altamente biodisponibles, como los oligoelementos bis-quelados, que se absorben de manera más eficaz en el intestino delgado que las formas inorgánicas1.
Las defensas estructurales también son importantes. La piel y la mucosa intestinal son barreras clave contra las infecciones, y su integridad depende de niveles adecuados de aminoácidos y del equilibrio energético.
Además, durante períodos de desafíos sanitarios, los ácidos orgánicos (como aquellos encapsulados en una matriz grasa para asegurar una liberación controladaen el tracto intestinal que los ácidos orgánicos libres) ayudan a respaldar la función inmunitaria mientras favorecen la salud intestinal y la conversión alimenticia2.
Dos tendencias emergentes en la alimentación porcina
1. Optimización de las dietas de crecimiento-finalización con ingredientes especializados para beneficiar al sistema inmunitario y el retorno económico.
2. Estrategias de alimentación de cerdas que mejoran la inmunidad de la progenie y el rendimiento posdestete.
Al aplicar la ciencia nutricional en el campo, los productores pueden mejorar los resultados sanitarios de los cerdos y aumentar la eficiencia general de la producción.
Nutrición de precisión: una defensa de primera línea
La nutrición de precisión está ganando terreno como parte de la estrategia para reducir las pérdidas económicas relacionadas con enfermedades. Estrategias como la alimentación por fases, el balance dinámico de aminoácidos y el suministro fiable de minerales permiten a los productores satisfacer de manera más eficaz las necesidades nutricionales individuales de los cerdos.
Bruno Silva y su equipo han demostrado los beneficios de la alimentación de precisión: mayor eficiencia alimenticia, mayor rendimiento en lactación y mayores beneficios económicos3. Aunque la práctica aún se encuentra en desarrollo, la evidencia inicial sugiere que ajustar las raciones a las necesidades fisiológicas puede mejorar significativamente los resultados en hatos porcinos modernos de alto rendimiento.
Conclusión
Los conocimientos adquiridos en el campo de la salud humana han validado el papel fundamental de la nutrición en la función inmunitaria. Para los productores porcinos, los nutricionistas e incluso los veterinarios, estos hallazgos refuerzan las estrategias existentes y destacan nuevas oportunidades. El futuro del manejo de la salud porcina reside cada vez más en programas nutricionales proactivos y basados en la ciencia.
Referencias
1. Tucker et al., 2025
2. Barea, investigación presentada en el Congreso de la Sociedad Internacional de Veterinaria Porcina, noviembre de 2020
3. Silva, presentación en el foro de nutrición NOVUS Made of More™, abril de 2025
