Es el momento de los componentes

Una vez más, nos encontramos en esa época del año en la que los días empiezan a acortarse y las temperaturas descienden. A todos nos afectan estos cambios estacionales, y las vacas no son diferentes. Desde hace décadas, la investigación demuestra que la producción y composición de la leche están fuertemente influenciadas por las estaciones del año. Ser conscientes de la variación estacional puede ofrecer una oportunidad para mejorar la composición de la leche.
El porcentaje de grasa en la leche alcanza su máximo alrededor de diciembre/enero y desciende hasta su valor mínimo en julio (Salfer et al., 2019). El patrón estacional está marcado por el alargamiento y acortamiento natural de los días. El cerebro de la vaca reconoce la época del año en la que nos encontramos en función de las señales luminosas que recibe durante las 24 horas del día (Salfer et al., 2019). A medida que los días se alargan y las vacas están más expuestas a la luz, su producción de componentes de la leche disminuye, por lo que en primavera el modo de evitar una variación negativa en la producción de grasa en la leche se convierte en un tema común de conversación.
¿Cómo manejar las vacas ante este inevitable ciclo de estacionalidad y aprovechar los beneficios que puede ofrecernos esta montaña rusa?
Supervisa la producción estacional de tu granja: Empieza por recopilar datos sobre la composición de la leche de tu granja y establece unos valores de referencia estacionales para los porcentajes de grasa y proteína, así como del rendimiento a lo largo del año. Si bien es normal que se produzcan variaciones diarias y semanales, las tendencias estacionales deben mantenerse constantes.
Maximiza la producción de grasa en la leche: Dado que los componentes de la leche son una de las principales fuentes de ingresos de las granjas, es natural querer que estos se encuentren en la mayor cantidad posible. Determinar lo que es normal para tus vacas en cada estación del año te permitirá aprovechar las soluciones nutricionales y maximizar su potencial. Conversa periódicamente con tu nutricionista utilizando los datos estacionales como base para evaluar la respuesta de las vacas a la solución nutricional y si esta les está ayudando a maximizar la producción de los distintos componentes de la leche en cada estación del año.
No trates problemas, usa soluciones basadas en la alimentación: Si sabes que la cantidad de grasa de la leche disminuye durante el verano y que el estrés por calor puede afectar aún más a su producción, utiliza soluciones nutricionales que estabilicen y aumenten la producción de leche a lo largo del año. Usar aditivos para alimentación animal para maximizar la grasa en la leche es una excelente estrategia para este fin. De esta forma, puedes alcanzar la producción máxima en enero y evitar una caída significativa durante el verano. Recuerda seguir también unas buenas prácticas de manejo como, por ejemplo, asegurar una ventilación correcta, el confort de las vacas, la gestión adecuada de los comederos y la limpieza y disponibilidad de agua.
Aprovecha el invierno para concentrarte en maximizar la producción de grasa en la leche y prepárate para su disminución durante el verano con MFP® Solución para piensos y MHA® Aditivo para piensos de NOVUS.
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